VII Festival Aragón Negro (2020)
15 de enero. Arranque del festival
Utebo, un año más, no ha querido perderse su participación en el Festival Aragón Negro, la mayor y también más relevante cita cultural de la Comunidad Autónoma. Esta edición, la séptima, que se celebra entre el 15 y el 31 de enero y que gira en torno al leit motiv de los espías y los espíritus, se va a desarrollar en 24 localidades de las tres provincias aragonesas, siendo San Mateo de G´állego, Estadilla, Monegrillo y Benasque la primera vez que lo hacen. Esta descentralización del festival, ese carácter permeabilizador que lo caracteriza, unido al hecho de que en él se dan cita los principales y más reconocidos autores y literatos tanto nacionales como internacionales, hacen de él un evento ineludible, e imperdible, dentro del calendario cultural aragonés. En el caso de nuestra localidad, el FAN cuenta con un ecléctico programa que ha arrancado esta tarde con la inauguración de la exposición "Teatro de medianoche: 35 años de compañía", que se ha desarrollado en el Centro Cultural Mariano Mesonada y que ha contado, como aperitivo, con sendas representaciones de teatro de sombras que han hecho las delicias del público allí congregado.
Los niños y adultos han disfrutado de lo lindo con sendas actuaciones en las que, primero, un ser todopoderoso hacía que objetos inanimados cobraran vida y se movieran por el escenario haciendo vistosas cabriolas gracias a un juego de contraste de luces fascinante; y segundo, unos extraños y pequeños seres encontraban un cráneo y lo adoraban como si de una deidad se tratara, bailando para él e incluso ofreciéndole un inquietante sacrificio, todo ello muy en la línea noir del festival y acompañado de una música perfectamente elegida para cada ocasión del desarrollo de la trama. Cabe destacar que, Para aquellos que quieran aprender un poco más sobre los juegos de luces y sombras, la compañía teatral ofrece un taller artístico familiar el próximo domingo a partir de las 11.30 horas y en el mismo emplazamiento. Titulado "Títeres en la oscuridad", en él se enseñará a crear un sencillo títere. Esta actividad, gratuita, está aconsejada para adultos y niños a partir de 6 años, y tiene una duración aproximada de dos horas.
Luego de esta actuación, los miembros de la compañía, Domingo Castillo y Araceli Gil, han explicado al público los detalles y pormenores de su trabajo, de la dificultad de los juegos de luces y sombras, y posteriormente han hablado de la historia de la compañía "Teatro de Medianoche", que nació en 1984. Con su historia y sus vivencias como hilo conductor, posteriormente se ha desarrollado una visita por las sensacionales instalaciones del Centro Cultural Mariano Mesonada para contemplar la formidable, amena y amplia exposición que, sobre la compañía, puede visitarse en el centro cultural utebero hasta el próximo 2 de febrero.
Jueves 16 de enero
Cuenta Aragón Negro con una sección que año tras año va reuniendo más y más adeptos en torno a sí gracias a su atractiva filosofía. Hablamos de Aragón Negro Gastronómico, también conocido como GastroFAN, esto es, una iniciativa apoyada por el el Departamento de Turismo del Gobierno de Aragón a través de Turismo de Aragón y gracias a la cual numerosos establecimientos hosteleros de las sedes participantes en el festival ponen todo su ingenio culinario al servicio del género noir y crean tapas, y delicatessen, de temática negra. Utebo, que ya estos años pasados se sumó al GastroFAN con diversas propuestas culinarias de numerosos bares, restaurantes y cafeterías, ha vuelto a tomar parte de Aragón Negro Gastronómico con la participación de tres establecimientos que, durante los tres jueves que dura el FAN (16, 23 y 30 de enero) ofrecen a sus clientes las tapas que han creado para tan peculiar cita gastronómica.
Así, Aragón Negro Gastronómico tiene su eco en la cafetería Sócrates, situada en el número 23 de la calle San Andrés, en el asador La Torre de Utebo, en el número 27 de la misma calle, y en la Taberna Casco Antiguo, sita en el número 34 de la calle Joaquín Costa. En el último de ellos, la Taberna Casco Antiguo, la propuesta noir que brindan a su clientela lleva por nombre "Las tinieblas", que es un guiso de ternera con mahonesa de tuétano. Por su parte, en el asador La Torre de Utebo se ha ideado una tapa llamada "el Kraken" (en la fotografía superior), en clara alusión al formidable leviatán marino de la mitología escandinava descrito comúnmente como un calamar gigante que atacaba barcos y devoraba a los marineros, y que gastronómicamente se ha traducido en una creación de calamar en su tinta sobre una base de cebolla caramelizada. Desde la cafetería Sócrates nos informaron que su tapa estará disponible el próximo jueves. En definitiva, una oferta gastronómica, la utebera, que, además de ingeniosa, y siguiendo con el espíritu de noir del FAN, está... de muerte.
lunes 20 de enero
Once pequeños detectives uteberos resuelven el misterioso robo de unos documentos en el taller “Se necesitan espías”
Una de las grandes virtudes del Festival Aragón Negro es que, partiendo de unos ejes rectores comunes, su programación abarca todos los nichos poblacionales, desde los más pequeños a los más mayores, no quedando circunscrita única y exclusivamente al público adulto. Esta tarde, el Centro Cultural María Moliner de Utebo ha hecho justicia a esta afirmación con la celebración de un taller titulado “Se necesitan espías” y que, dirigido a un público infantil (concretamente, a niños mayores de seis años), ha contado con la participación de once futuros espías que, en equipos y valiéndose solamente de su ingenio, pericia y dotes de observación, han resuelto un misterioso robo.
El punto de partida ha sido el conocimiento del robo de unos documentos, cuya autoría había que esclarecer gracias a una serie de pistas que, en forma de juegos de ingenio, observación o deductivos, había que ir resolviendo hasta conseguir esclarecerlo. Los chicos y chicas participantes se lo han pasado en grande adivinando, una tras otra, las pistas propuestas, avanzando en la resolución del caso y, finalmente, resolviéndolo, algo que ha sido premiado con una formidable recompensa: un diploma que les acreditaba como espías que han sido capaces de resolver tan extraño caso.
Historia, política y espionaje de la mano del ilustrador Ángel De la Calle y su novela gráfica “Modotti: una mujer del siglo XX”
El Centro Cultural El Molino de Utebo ha acogido, esta tarde, un encuentro con el ilustrador, autor y crítico de cómic Ángel De la Calle (Molinillo de la Sierra, Salamanca, 1958). En él, el autor salmantino, uno de los organizadores de la Semana Negra de Gijón, ha departido sobre sus obras “Modotti: una mujer del siglo XX” y “Pinturas de guerra”. Con estas obras de fuerte componente histórico y social como hilo conductor, De la Calle ha hablado sobre la historia, sobre su peso y su poso en nuestra sociedad, y sobre su utilidad, ya que el autor afirma que sirve, en esencia, no sirve para ubicar en el espacio y en el tiempo “una lista de nombres, de reyes, de batallas o de años” sino para saber “quiénes somos, de dónde venimos y, tal vez, también a dónde vamos”.
Casi la íntegra totalidad de su intervención ha girado en torno a la novela gráfica “Modotti; una mujer del siglo XX”, una sensacional obra en la que De la Calle aborda la vida de la fotógrafa Tina Modotti, una mujer adelantada a su tiempo cuyo motor en la vida fue la pasión, algo que impregnó totalmente su faceta personal como profesional. Nacida en Italia en 1896, en 1910 cruzó el Atlántico y se instaló en San Francisco para, poco después, iniciar una breve carrera como actriz de cine en Hollywood, donde participó en tres películas. Conoció al aclamado fotógrafo Edward Weston, con quien mantuvo una tormentosa relación y con quien se mudó a Ciudad de México en 1922, iniciando allí su carrera profesional como fotógrafa. En aquella época, México era uno de los epicentros mundiales de la cultura, y entabló relación con numerosos artistas de distintas tendencias políticas como Diego Rivera (con quien también mantuvo un romance), Frida Kalho, Pablo Neruda,
José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Manuel Álvarez Bravo o Rufino Tamayo. Influido por algunos de ellos, empezó a interesarse por la política y mostró sus simpatías por el comunismo, pero en 1922 fue acusada del asesinato de uno de sus amantes, el cubano Mella, y hubo de huir a Berlín y luego a Moscú, donde abandonó la fotografía para dedicarse en cuerpo y alma al activismo político. Se transforma en espía en la Europa fascista y participa en la guerra civil española trabajando para el Socorro Rojo. En aquella época entabla amistad con la Pasionaria, Hemingway y Robert Capa, pero en 1939 vuelve a México de incógnito y tan solo tres años después, con apenas 46 años, muere en un taxi de un infarto de corazón fulminante.
Durante su charla, De la Calle ha explicado numerosas anécdotas de la creación de esta obra y también ha abordado su proceso creativo, acercando al público los pormenores de un oficio, el del dibujante, tan desconocido a veces. Por último, De la Calle ha dejado una reflexión muy interesante al respecto de la literatura, y es que ha afirmado que, en contraposición con la educación reglada, la literatura, y la lectura, “son herramientas que forman ciudadanos críticos”, algo que, según ha afirmado, se hace necesario para avanzar como sociedad.
En definitiva, una velada sumamente interesante con un autor cuyas viñetas, e historias, son un fiel reflejo de un oficio, un talento y una pasión innegables.
24 de enero. Gala "Historias de héroes"
Precedida por el éxito de la gala del año pasado, este año Aragón Negro ha vuelto a ser testigo de la gala “Historias de héroes”, un evento que, en esta su segunda edición, ha querido rendir homenaje a tres héroes locales que han resultado elegidos para tal honor por sus convecinos. Y es que, a pesar de que cuando hablamos de “héroes” una de las primeras cosas que nos viene a la cabeza es la imagen de los denominados superhéroes, con su capa y sus superpoderes, o de que si bajamos al terreno de los mortales siempre solemos identificar a los héroes con hazañas o acciones fuera de lo común, el caso es que la heroicidad, a veces, puede habitar en cosas tan cotidianas como modos de vida, maneras de afrontar las cosas y asociaciones de personas unidas por un denominador común cuyo objetivo final no es otro que el de ayudar, o de servir, a los demás.
Así, con estas mimbres, es como en esta segunda gala de “Historias de héroes” el público asistente al Teatro Municipal Miguel Fleta de Uteo ha podido conocer un poco más de cerca a tres de esos héroes “silenciosos” cuya heroicidad vive en su día a día y entre nosotros, por más que en muchas ocasiones o no los consideremos héroes o ellos mismos no se adviertan como tal.
En primer lugar, se ha galardonado a Youtebo, una empresa utebera integrada por un matrimonio, Ángel y MJ, quienes llevan, desde 2010, contando, gracias a un portal web, la historia de Utebo, de sus gentes, acercando a todo el mundo la realidad, la cultura, el deporte, etcétera, de la localidad zaragozana, en una labor que, según han explicado ambos, les supone, en ocasiones, un gran esfuerzo personal que, en cualquier caso, realizan encantados porque saben la importancia de poder dar a conocer la actualidad del pueblo a tantas y tantas personas que, por unas u otras circunstancias, no pueden ser partícipes de ella. A este respecto, Ángel ha destacado que, en cierto modo, la situación personal de su madre, enferma desde hace ya muchos años, les sirvió como motivación para esta labor, para este trabajo que atesora ya miles de horas de vídeo y de fotografía en su haber realizadas por y para el pueblo.
En segundo lugar, los siguientes héroes reconocidos como tal han sido los integrantes de la agrupación de Protección Civil. El galardón, recogido por su presidente, Miguel Calderón, ha recaído en esta agrupación por su constante, filantrópica, desinteresada y crucial labor en pos de la seguridad pública. En palabras de Calderón, Protección Civil nació en 2009 gracias al interés del Ayuntamiento de Utebo en disponer de una agrupación de este tipo para la ayuda en la cobertura de servicios preventivos y emergencias y como consecuencia de la previsiblemente pronta tenencia de 20.000 habitantes en la localidad, algo que provocaría que, por ley, el municipio hubiese de contar con una agrupación de Protección Civil. En Utebo, y en origen, 32 personas, 32 voluntarios, se incorporaron a aquel primigenio grupo de Protección Civil, y desde aquel entonces la agrupación viene prestando servicio en todo tipo de eventualidades y emergencias que han sucedido tanto en Utebo como en sus alrededores. Calderón, que afirma que lo más importante de PC es el trabajo en equipo, ha recordado dos de los momentos más importantes de la agrupación durante todos estos años; uno, muy duro, cuando sucedió la explosión en la Pirotecnia de Zaragoza y se personaron allí momentos después de la deflagración, cuando todo era caos y reinaba el desconcierto, el aturdimiento y la conmoción entre quienes allí se encontraban; y otro, el más bonito que recuerda, en una ocasión en la que, estando en Fraga, una mujer acudió a ellos con su bebé en los brazos y con el pequeño en parada cardiorrespiratoria. Los miembros allí presentes de Protección Civil consiguieron mantener con vida al bebé hasta la llegada de los sanitarios y el niño se recuperó, y Calderón recuerda el abrazo que, una vez superado aquel susto, les dio la emocionada madre.
Y, por último, el tercer héroe galardonado este año ha sido la asociación Brisa de Mariposas, una asociación surgida gracias a la iniciativa de Marta Lahoz, una mujer que, tras perder a su hija durante el periodo gestacional en 2010, decidió que dedicaría su tiempo y su esfuerzo a ayudar a otras parejas y otras mamás que se hubieran visto en la tesitura de pasar por tan terrible trance a canalizar su duelo, a mirar hacia el futuro, a sentirse arropadas y a, en definitiva, poder sacar afuera todos esos sentimientos y desahogarse, conformando una comunidad de apoyo, de acompañamiento y de ayuda, algo sumamente necesario entre aquellas personas que han tenido que afrontar tan amarga experiencia y que se han visto abocadas, por ella, a convivir a diario con el dolor. Lahoz, que ha recogido el premio en nombre de la asociación (que nació con tres familias integrantes y hoy en día la conforman 50), ha señalado que, llegado un momento así, gestos tan aparentemente nimios como un abrazo o un simple whattsapp son fuente de cariño y de fuerza moral, y que, a pesar de lo sucedido, esos niños que fallecieron bien durante la etapa gestacional, bien que nacieron muertos por alguna complicación durante el parto o bien que murieron durante los primeros años de vida, han de ser recordados y valorados y que, por lo tanto, han de tener su lugar en la vida de todos cuantos llegaron a conocerlos. Porque, ha dicho con una bonita alusión poética que hace referencia al nombre de la asociación, siempre que sintamos una brisa en la cara será porque esos niños, esas mariposas, están cerca.
La gala ha estado, además, amenizada por unas actuaciones de rap en las que sus dos integrantes han jugado con el lenguaje y las rimas para plantearnos una dicotomía héroe (por los premiados) – antihéroe (por quien cuestiona los valores y los méritos de los premiados) y que han hecho reflexionar al público presente, y por una actuación, a modo de broche de oro, de un mago y mentalista que ha fascinado a los presentes en el teatro gracias a unos asombrosos trucos de magia. En definitiva, una gala en la que se ha puesto en valor el trabajo de personas de carne y hueso que, a pesar de no ser conscientes de ello por la propia inercia de su día a día, representan, y canalizan, muchos valores que bien podrían ser considerados dignos de héroes y cuyo trabajo y dedicación, tal y como ha descrito en el arranque de la gala la alcaldesa de Utebo Gema Gutiérrez, “les honra y también nos honra como pueblo”.
Miércoles 29 de enero. Juan Manuel Calvo Gascón presenta su obra "Dentro de poco os podré abrazar".
En la tarde del 29 de enero el Centro Cultural Mariano Mesonada acogió la presentación del libro "Dentro de poco os podré abrazar. Supervivientes aragoneses de los campos nazis", que corrió a cargo de su autor, Juan Manuel Calvo Gascón. El acto estuvo presentado por la técnico de Cultural del Ayuntamiento de Utebo, María Pilar Mas, y congregó a más de una veintena de vecinos que no quisieron perderse la presentación de esta obra tan cercana, por su carácter netamente aragonés, como emotiva.
Según explicó su autor, el título de la obra es la frase final, extraída a tenor literal, de una carta de un aragonés deportado, Dámaso Ibarz, en la que se despedía de su familia y les anunciaba que, una vez liberado el campo de concentración de Mauthausen en mayo de 1945, dentro de poco les podría abrazar. El libro, en esencia, es un recorrido por la vida de todos los aragoneses, contabilizados en mil (de los cuales 600 fueron asesinados y 400 sobrevivieron), que fueron deportados a campos de concentración nazis y que, una vez finalizado el conflicto bélico en 1945, se vieron en la tesitura de que, en su condición de republicanos, se vieron en una especie de limbo por su carácter apátrida ya que en España ni eran bienvenidos ni se les brindó ayuda institucional para facilitar su regreso. De hecho, según explicó Calvo Gascón, muchos de ellos pudieron volver mucho más tarde, ya en la década de los 60, cuando, luego de haber sido acogidos en Francia, lo hicieron con pasaporte francés.
Gascón incidió, también, en la gran labor que, en pos de mantener vivo el recuerdo de aquel sufrimiento para que jamás se volviera a repetir algo semejante en Europa, realizó, y sigue realizando, la asociación Amical de Mathausen, fundada por un grupo de supervivientes republicanos en 1962 y que recoge el espíritu de su homónima Amical francesa, fundada en 1945. En la actualidad, ambas colaboran para mantener vivo el recuerdo de aquella atrocidad e incidir en la importancia de la memoria histórica como vector de conocimiento y prevención.
Con estas mimbres, durante la hora y media que duró el encuentro con Calvo, el autor presentó numerosos casos de aragoneses deportados, contó innumrables anécdotas y acercó al público asistente un pedacito de la historia más negra de la Europa del siglo XX.
jueves 30 de enero. Encuentro con Domingo Villar
La programación utebera del Festival Aragón Negro ha tocado a su fin esta tarde con un encuentro con el autor gallego Domingo Villar (Vigo, 1971), un evento que ha contado con una notable afluencia de público que no ha querido perder la oportunidad de conocer a este escritor que cuenta en su haber con tres novelas (Ojos de agua, La playa de los ahogados y El último barco), todas ellas best seller dentro del ámbito del género noir y una de ellas, La playa de los ahogados, llevada al cine con la dirección de Gerardo Herrero y protagonizada por los actores Carmelo Gómez, Antonio Garrido, Carlos Blanco y Marta Larralde.
Sin duda, no se podía haber elegido un broche de oro mejor para cerrar la programación utebera del FAN, y es que el autor se ha metido enseguida al público en el bolsillo gracias a su cercanía y su discurso ameno y prolijo en datos, curiosidades, anécdotas y detalles. A lo largo del encuentro, Villar, residente en Madrid desde 1989, ha explicado que sus novelas están ambientadas en Galicia porque, en esencia, son viajes a su origen, a su tierra; es su manera de canalizar la morriña, eso que el escritor Álvaro Cunqueiro definiera como “la niebla del alma”.
En sus novelas, ha explicado, le interesa más entender a la gente, cómo afecta a sus emociones un suceso, cómo les cambia, y relatarlo, que quedarse única y exclusivamente en el suceso y su resolución. Y es que, como ha detallado, “los dos pilares sobre los que se asienta cualquier novela son la voz narrativa y la emoción; y de ellos, la emoción es el más importante para mí porque a mí me gusta transmitir, emocionar, y creo sinceramente que soy capaz de escribir mejor cuanto más alto está mi estado emocional”. “Mis novelas -ha continuado explicando- no son rápidas ni vertiginosas. No suceden las cosas a toda prisa. Son, más bien, como el oleaje del mar, algo lento, cadencioso, inexorable. Lugares donde se aglutinan sueños, deseos, anhelos y miedos. Lugares donde, a diferencia del cine, que se centra en lo que se hace y lo que se dice, lo realmente importante es lo que pasa por dentro, lo que piensan los personajes, su estado anímico, su manera de afrontar las cosas”.
Preguntado por la construcción de sus novelas, y de sus personajes, Villar ha dejado una formidable selección de anécdotas que ha encantado al público presente. Así, el autor vigués ha explicado que Leo Caldas, el inspector de Policía que protagoniza las tres novelas y que está encargado de la resolución de los casos que en ellas se plantean, es, de entrada, “un tipo al que he ido poco a poco conociendo”, al que ha ido construyendo novela a novela sin tener un dibujo de personalidad preconcebido. Así, Caldas, al igual que el propio Villar, ha trabajado en la radio, es un tipo fumador (“yo dejé de fumar en 2000 – ha explicado Villar, divertido- y Caldas se fuma todos los cigarros que yo me he dejado de fumar porque soy un ex fumador activo”), es gallego y su padre, al igual que el del propio autor, es bodeguero. Al respecto de este último detalle, el del oficio de bodeguero de Villar, el autor ha dejado una bonita reflexión literaria: “Mi padre era bodeguero, y desde muy pequeño aprendí que elaborar el vino llevaba su tiempo, y que contra ese tiempo no se podía luchar porque cada proceso tenía una duración. Por eso, siempre aprecié las cosas, los oficios, que necesitan tiempo. Y la literatura es uno de esos oficios. La literatura no deja de ser un proceso lento: requiere paciencia, necesita asiento, depuración, que sude, eliminar lo accesorio. Y solo así, al final, obtienes algo bueno”.
Al término de su intervención, que ha estado abierta a la participación del público y en la que algunos asistentes le han preguntado al autor sobre determinados aspectos de las novelas y del proceso creativo de las mismas, Villar ha firmado ejemplares a numerosos vecinos.
Por ir concluyendo: la de hoy ha sido una velada formidable con un autor que se ha despedido con una última intervención en la que, preguntado por sus próximos proyectos literarios y haciendo gala de ese modo de ser tan peculiar de los gallegos, no ha precisado si tardará mucho o poco en sacar su próxima novela, ya que, según ha explicado, sabe dónde le gustaría ambientarla pero todavía no sabe qué historia podrá escribir. En cualquier caso, tome la decisión que tome, si hay algo seguro es que a sus lectores, que se cuentan por miles (ha sido traducido a quince idiomas) les gustará saber de él más pronto que tarde. O, por lo menos, por acotar algo más esta afirmación, que no tengan que transcurrir otros diez años hasta que vuelva a publicar otro libro, que es lo que (aunque su porqué lo ha explicado de manera muy emotiva durante su exposición, narrando los factores personales y emocionales que le condicionaron) medió entre La playa de los ahogados (2009) y El último barco (2019).
En definitiva, una gran tarde con un autor tan simpático como cercano. Todo un lujo para los oídos para despedir, hasta el año que viene, la programación utebera de Aragón Negro.